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Tras 18 años de espera, familia recupera cuerpo de joven desaparecido en Casanare
El cuerpo de José Albeiro Vargas Achagua fue entregado a sus familiares en Yopal, luego de permanecer desaparecido desde julio de 2007.
Su identificación se logró tras un proceso documental y forense adelantado por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), en coordinación con el Instituto Nacional de Medicina Legal y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Vargas, de 26 años al momento de su desaparición, vivía en Yopal, pero había crecido en la vereda Guacharacal. El 7 de julio de 2007 fue visto por última vez.
De acuerdo con la investigación, murió al día siguiente en la vereda Corea, municipio de Maní, en un hecho asociado al conflicto armado. Su cuerpo fue sepultado sin identificar en el cementerio local.
En 2021, la UBPD recibió una solicitud formal desde Tilodirán, Yopal, e inició una investigación humanitaria. Se realizaron dos prospecciones en el cementerio de Maní, sin éxito.
Posteriormente, se cotejaron bases de datos, testimonios y registros oficiales, lo que permitió establecer una posible relación entre su caso y hechos documentados en el Auto 055 de la JEP. Esto condujo a la revisión de un cuerpo exhumado por la Fiscalía en 2014.
La identificación se logró con base en ocho criterios forenses, incluida la comparación genética con muestras tomadas a sus padres. Con estos elementos, se estableció la identidad y se programó la entrega digna del cuerpo.
La ceremonia de entrega se realizó el 11 de junio en Yopal. Posteriormente, el cuerpo fue llevado al cementerio de la ciudad.
El padre del joven, Próspero Vargas, destacó el acompañamiento institucional y manifestó que, pese a las dificultades, la familia nunca detuvo la búsqueda.
Según cifras de la UBPD, en Casanare se reportan 2.095 personas dadas por desaparecidas. De esas, 404 casos corresponden a Yopal y 89 a Maní. Actualmente, hay 1.365 solicitudes activas de búsqueda en el departamento.
La sede territorial de la UBPD en Casanare está ubicada en la calle 16 #22–65, barrio Bello Horizonte, en Yopal. Las personas interesadas pueden comunicarse al número 316 280 9395.
UBPD rescató ocho cuerpos no identificados en cementerio de Monterrey
La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) recuperó ocho cuerpos en el cementerio municipal de Monterrey, Casanare, como parte de una intervención forense que se extendió por 14 días. Con estos hallazgos, la cifra de cuerpos no identificados recuperados en el lugar asciende a 19.
Las labores se realizaron en 12 áreas de interés forense dentro del camposanto, utilizado en el pasado para inhumaciones de personas fallecidas en contexto de conflicto armado, durante el periodo 1990 – 2005.
Durante la intervención, el equipo forense enfrentó condiciones climáticas adversas, como altas temperaturas y lluvias intermitentes. La investigación, de carácter humanitario y no judicial, busca esclarecer la identidad de los cuerpos exhumados.
En este proceso participaron familiares de un joven desaparecido en 1997 en Páez, Boyacá, cuyo fallecimiento habría ocurrido dos años después en Monterrey. Sus parientes desconocían el sitio exacto de inhumación.
Los cuerpos fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se realizará su identificación. Una vez cumplido este proceso, serán entregados de manera digna a sus familiares.
La Unidad de Búsqueda opera en diferentes regiones del país, con sedes territoriales y satélites disponibles para recibir solicitudes de búsqueda e información sobre personas desaparecidas. En Casanare, la sede se encuentra en la Calle 16 #22-65, barrio Bello Horizonte, con atención a través del número 3162809395.
Misión humanitaria de la UBPD intervino sitio de interés forense en zona rural de Tauramena, con apoyo de la Fundación Yovany Quevedo
Hasta la vereda Cuernavaca, una zona apartada a orillas del río Chitamena, llegó un grupo de mujeres con una idea fija: avanzar en la búsqueda de sus seres queridos. Lo hicieron junto a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, que intervino un terreno de más de 800 metros cuadrados. Este lugar fue identificado gracias al trabajo de la Fundación Yovany Quevedo “Lazos de Vida” como un sitio de interés forense, donde habrían sido inhumadas tres personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado. Una de ellas fue recuperada años atrás por la Fiscalía, también a partir de la información suministrada por la misma organización.
Al lugar llegó un equipo de la Unidad de Búsqueda conformado por profesionales forenses, una investigadora territorial y un geofísico. Debido a la extensión del terreno, y a las condiciones del suelo, se utilizó un georradar para identificar posibles alteraciones. Según explicó Diego Chaparro, líder del equipo forense, las imágenes obtenidas permitieron ubicar varias anomalías en el subsuelo. “Esas señales fueron verificadas con pozos de sondeo para determinar si correspondían a posibles lugares de inhumación. Sin embargo, en su mayoría, se trataba de alteraciones provocadas por la vegetación o el paso del tiempo”, señaló.
Esta articulación se enmarca dentro del Plan Regional de Búsqueda del Suroccidente de Casanare de la UBPD, apoyado en la experiencia acumulada por la Fundación Yovany Quevedo “Lazos de Vida”, quienes durante más de 15 años han trabajado en el territorio. Conformada por familiares de personas desaparecidas, la organización ha llevado adelante un trabajo riguroso de investigación humanitaria que permitió identificar distintos sitios de interés forense en Casanare. Uno de ellos es el predio intervenido en Tauramena.
Lyda Quevedo lleva más de dos décadas recorriendo caminos en Casanare en busca de personas desaparecidas. Fundadora de la fundación que lleva el nombre de su hermano, Yovany, ha sido una de las voces más persistentes en la región. Durante la intervención en Cuernavaca, acompañó cada jornada de trabajo y compartió con el equipo su conocimiento del territorio. “Debemos seguir trabajando en articulación, en equipo, no solo por Casanare sino por Colombia, unidos hasta encontrarlos”, dijo al final de la jornada, con la certeza de que cada esfuerzo suma en la larga tarea de la búsqueda.
La Coordinadora de la Regional Oriente de la UBPD, Adriana Pestana, indicó que: “Realizamos esta acción a partir de una investigación que venía realizando la familia, a través de la corporación Yovany Quevedo, quienes venían de un proceso de años indagando en diferentes lugares para poder dar con el paradero de su familiar desaparecido”. Asimismo, indicó que esta información más otra que había recopilado la Fiscalía se organizó en una investigación humanitaria para determinar el sitio de interés forense a intervenir.
Teniendo en cuenta la cercanía del sitio a intervenir, con un brazo del río Chitamena, que en épocas de invierno moviliza arena y piedras, se hizo necesario el uso de una retroexcavadora mixta, también conocida como pajarita, con la que pudo retirarse el suelo superficial con mayor facilidad. Esta herramienta fue un aporte de la Alcaldía de Tauramena. Además, se abrieron trincheras de dos metros de profundidad aproximadamente, con las que se buscó elementos característicos que pudieran determinar alteraciones ocasionadas por causas humanas.
Esta acción humanitaria dejó importantes aprendizajes, entre estos, reconocer y valorar el conocimiento que las víctimas tienen sobre el territorio. Este saber resultó clave para enfrentar situaciones concretas en el terreno, evidenciando que su participación no solo fortalece la eficacia de la búsqueda, sino que también contribuye a su reconocimiento y dignificación.
Lyda Quevedo resaltó la importancia de la vinculación activa de las organizaciones y mujeres buscadoras de los desaparecidos que “por años han realizado un labor de recopilación y sensibilización sobre la entrega de información y un trabajo artesanal en campo que hoy sumando a un equipo de profesionales aúnan esfuerzos para encontrar a las más de 2.000 personas desaparecidas que dejó el conflicto armado y que están en las sabanas, montañas y ríos de Casanare”.
La Unidad de Búsqueda cuenta con 25 sedes territoriales y 4 sedes satélite en el país, donde recibe solicitudes de búsqueda y aportes de información que permitan encontrar personas que se encuentran desaparecidas y cuyas familias continúan buscando. En Casanare, la sede está ubicada en Calle 16 22A - 07 y se puede contactar a través del 3162809395.
Joven desaparecido en Yopal contactó a su familia: Aseguró a su padre que se encuentra bien
La angustiosa búsqueda de Heyder Hernández, desaparecido desde el pasado sábado 01 de febrero, ha tomado un giro esperanzador. Su padre, Marcos Hernández, confirmó que el joven se comunicó con la familia a través de una llamada telefónica en la madrugada de este jueves 06 de febrero.
Según don Marcos, la llamada ocurrió aproximadamente a las 5 de la mañana. Aunque el número privado, la familia reconoció la voz de Heyder.
En la breve comunicación, el joven afirmó estar bien y pidió perdón a sus padres. Además, mencionó que se comunicaría más adelante, ya que no tenía forma de hacerlo en ese momento, ni dinero ni celular.
Sin embargo, Heyder no proporcionó su ubicación exacta, solo dijo que estaba en un lugar. Su padre que habló con un tono tranquilo y sereno. Agregó que el entorno de la llamada parecía calmado y sin ruidos.
A pesar de la breve comunicación, la familia se siente aliviada. Marcos expresó su gratitud hacia todos los que han apoyado la búsqueda, incluyendo a amigos, familiares, autoridades locales y medios de comunicación.
También resaltó el gran apoyo recibido a través de redes sociales, desde Estados Unidos, Ecuador y España, donde viven algunos amigos y parientes de la familia. El padre hizo un llamado a su hijo para que se comunique de nuevo y regrese a casa.
Añadió que las autoridades han estado pendientes del caso. No se ha establecido si Heyder se ha contactado con otros familiares o amigos. La familia mantiene la esperanza que regrese pronto.
Autoridades busca mujer embarazada desaparecida en Paujil, Caquetá
Una alarmante situación ha conmocionado a la comunidad de Paujil, Caquetá, tras la desaparición de Sandra Milena Martínez, una mujer de 28 años que se encuentra en un embarazo de alto riesgo de cuatro meses. Desde el 26 de noviembre, no se ha tenido noticias sobre su paradero.
Sandra Milena es reconocida por su labor social en el acompañamiento a emprendimientos y empoderamiento de comunidades cafeteras, así como por su trabajo con jóvenes y mujeres.
Su trayectoria incluye un compromiso destacado con las víctimas del conflicto armado y la promoción de la inclusión social y de género.
Además, es Fellow de Acumen Colombia, donde colabora con otros líderes en la búsqueda de soluciones a la pobreza y el desarrollo de proyectos sociales significativos.
La desaparición de Sandra ha suscitado preocupaciones sobre su bienestar. Según informes iniciales, se ha sugerido un posible secuestro; sin embargo, hasta el momento no se cuenta con información concreta sobre la implicación de grupos armados o demandas de rescate.
La familia ha presentado denuncias ante las autoridades pertinentes, incluyendo la Fiscalía y el Gaula.
Es fundamental señalar que Sandra requiere atención médica urgente debido a su condición. Necesita medicamentos específicos que son vitales tanto para su salud como para la del bebé que espera.
La familia, amigos y colegas hacen un llamado a los medios de comunicación y a la opinión pública para que se dé visibilidad a este caso crítico.
La difusión de información puede ser crucial para acelerar las acciones que lleven al hallazgo de Sandra. Cualquier persona con información sobre su paradero puede comunicarse con la línea 165 del Gaula o directamente con la Policía.
Se prolonga la zozobra: Aún no hay pistas sobre el paradero de Ángela Patricia Salas
Con la incertidumbre a flor de piel, en un vivo retrato de la angustia que padece la familia de Ángela Patricia Salas Ruiz, se paró frente a las cámaras de los medios de comunicación Darío Salas, para tratar de describir todo el episodio de zozobra y desesperación que ha tenido que vivir con su familia, desde el día que su sobrina desapareció.
Trascurría el 25 de agosto de este 2024, cuando Ángela de 23 años y madre de dos menores de edad, salió de su casa en el barrio La Bendición y desde entonces no se tiene noticia de su paradero.
Este mismo inmueble fue objeto, la tarde de este miércoles 20 de noviembre, de un allanamiento por parte de las autoridades. La comisión oficial encabezada por el CTI y que contó con el acompañamiento de Bomberos, Policía y Ejército.
El objetivo de la intervención era verificar si algunas afirmaciones que se han hecho en torno de este caso de desaparición eran verídicas. Desde hace algunos meses se maneja la versión que Ángela fue asesinada y su cuerpo fue lanzado al pozo séptico que hay en su propia casa.
Sin embargo, luego de varias horas inspección y revisión por parte de las autoridades se descartó esta hipótesis, porque no se encontró el cuerpo de la joven en lugar donde se especuló que se encontraba.
Esta situación aumenta aún más del suplicio de la incertidumbre y es necesario continuar con la búsqueda, analizar nuevas hipótesis, revisar cámaras de seguridad y tratar de encontrar una pista que conduzca a dar con su paradero.
De momento todas las miradas apuntan hacia la pareja sentimental de Ángela Patricia. Un individuo conocido con el remoquete de ‘Vitamina’, quien, según Darío Salas, ha entregado varias versiones sobre lo ocurrido.
Agregó que, al parecer, existen algunos testimonios que este sujeto maltrataba físicamente a Salas Ruiz. También dijo que las autoridades no han prestado la atención suficiente a este caso, quizá, debido a que la mamá de Ángela presenta una discapacidad auditiva.
Dijo que por ser una persona sorda le es difícil comunicarse y las autoridades casi no le entienden lo que ella expresa, por lo que, posiblemente, es que a ella “no le paran muchas bolas”, manifestó Darío Salas.
Añadió que “desafortunadamente estamos en el país donde le dan más valor al delincuente, al ‘chirrete’ que a una persona honesta”. Sin embargo, esperan que las investigaciones de las autoridades entreguen los resultados esperados y se logre encontrar a Ángela Patricia y esclarecer su desaparición.
El yugo de la incertidumbre: Familia de joven desaparecida en Yopal no pierde la esperanza de encontrarla
En medio de la interferencia producida por el sonido ambiente la voz de Andrea Nieto Ruiz narró en entrevista a Casanareonline, el viacrucis que viven ella y su progenitora, luego de la desaparición de su hermana Ángela Patricia Salas Ruiz.
El punto de partida de este calvario se ubica el 25 de agosto de 2024. Para esa fecha tuvo el último contacto telefónico con su hermana, quien la llamó para contarle que iba rumbo a casa de la mamá. Recorrido que nunca hizo, porque desapareció sin tener hasta el momento ninguna razón de su paradero.
Al comienzo esta situación no les preocupó demasiado, porque ella usualmente solía perderse 3 o 4 días del radar de la familia, pero siempre regresaba a casa, donde habitaba la mayor parte del tiempo.
Ángela tenía problemas de adicción. Así lo reconoció su hermana quien mencionó que en 2023 estuvo en una fundación de rehabilitación, pero luego recayó nuevamente.
El tiempo continúo su inexorable paso. Rápidamente se desprendieron varias hojas del calendario y ya no fueron cuatro sino 12 días los que transcurrieron desde su desaparición. Debido a que no se tenían noticias de Ángela su familia optó por publicar mensajes de búsqueda en las redes sociales.
De esta manera inició una nueva etapa de este camino de zozobra. Saltaron al escenario los infaltables rumores que agregaron una alta dosis de angustia, porque pese a no tener fundamento válido se abren espacio en la mente de la familia, convirtiéndose en un pensamiento recurrente que les roba la tranquilidad, en especial por lo trágico de sus proyecciones.
Justamente la especulación más fuerte apuntaba a que la joven había sido asesinada y enterrada en el pozo séptico de su propia casa, ubicada en la manzana 59 casa 18 del barrio La Bendición.
En esta versión la sospecha más grande recae sobre el compañero sentimental de Ángela, un individuo conocido como Vitamina. Sin embargo, cualquier señalamiento en contra de este personaje no pasa los terrenos de la especulación, porque Andrea comentó que la Policía estuvo en el lugar y no encontró nada sospechoso.
En el relato de Andrea, la versión de Vitamina dada a la Fiscalía, que también visitó el inmueble, es que Ángela el día que desapareció salió de su casa abordó un taxi y nunca más regreso.
Sobre la convivencia de pareja, Nieto Ruiz señaló que su hermana era víctima de violencia intrafamiliar, que su compañero la agredía físicamente.
Agotada todas las instancias sin obtener resultados satisfactorios, Andrea retomó el tema de las redes sociales, para publicar nuevamente sobre la desaparición de su familiar.
En esta segunda fase una joven habitante de la zona de La Bendición, le comentó que un día sobre las 11 de la noche, Ángela había llegado a una panadería del sector, para comprar cigarrillos. Llevaba una ceja y uno labio roto, por lo que se presume que fue golpeada. En el establecimiento comercial le brindaron agua y trataron de auxiliarla.
Otra información que recibió, pero que pronto fue retirada de redes sociales, indicaba que Ángela fue vista en La Chaparrera en compañía de otras mujeres. Esta versión al igual que la anterior no se ha podido comprobar.
La hipótesis que se descartó fue la de un supuesto ingreso a un hotel en Yopal. Las autoridades estuvieron en el sitio y a través de las cámaras de seguridad, se pudo comprobar que la joven que ingresó, pese a ser muy parecida físicamente a Salas Ruiz, no era ella.
Hasta el momento no se tiene ningún reporte que pueda servir de indicio para dar con su paradero, lo que eleva los niveles de preocupación y angustia para la familia.
Andrea, quien vive en Villavicencio, acotó que su mamá sufre de discapacidad auditiva, que vive en Yopal y que ya ha buscado a Ángela en sectores como La Fortaleza y Llano Lindo, pero hasta el momento no la ha logrado ubicar.
Vitamina
Sobre el compañero sentimental de su hermana precisó que sigue viviendo en la casa de Salas Ruiz. Que tiene información que al inmueble llegan otras personas consumidoras de drogas, por lo que tienen en mente desalojarlo, pero que hasta el momento no ha sido posible.
Además, teme por la vida de su mamá quien vive en el sector. Ella misma confesó que tiene miedo de abordar este sujeto, porque lo considera bastante peligroso. Dijo que ha escuchado versiones extraoficiales que lo vinculan con acciones delictivas.
También sostuvo que dicho individuo debe saber qué le ocurrió a su hermana, así como el paradero de ella. Versión que basa en unos supuestos comentarios que habría hecho este personaje, donde, al parecer, afirmó que Ángela ya estaba muerta.
El tiempo pasa y no se tiene ninguna razón sobre el paradero de la joven, quien antes de vincularse sentimentalmente con Vitamina, sostuvo otra relación con un muchacho, igualmente consumidor.
De esta convivencia que no prosperó por el tema del consumo de alucinógenos, quedaron dos hijos. Los niños se encuentran con su abuela paterna, por el mismo tema de la adicción de la pareja.
En medio de la avalancha de dificultades Andrea y su mamá en una muestra desbordada de amor y fe, esperan encontrar a Ángela, mientras deciden abordar a Vitamina, pese a los temores por la reacción que pueda tener este sujeto. Recalcó que ya tuvo una experiencia en este sentido y afirmó que la Policía en esa ocasión no hizo nada.
Final feliz: Apareció niño que se encontraba desaparecido desde el 17 de agosto
Se conoció en las últimas horas que fue encontrado sano y salvo el niño Luis Carlos Bautista Bosa de 12 años, quien esta desaparecido desde el pasado 17 agosto. Situación que tenía angustiados a sus familiares.
Según se pudo establecer el menor de edad, al parecer, estaba en Arauca en la casa de un familiar. Sin embargo, hasta el momento no se cuenta con información más detallada de lo ocurrido.
Luis Carlos adelanta sus estudios en el colegio Braulio González de Yopal. Su familia agradeció a todas aquellas personas que contribuyeron con la búsqueda del menor.
Hombre de 34 años desaparecido en Villanueva fue encontrado sano y salvo en Monterrey
Carlos Alfredo Vacca, un hombre de 34 años que había sido reportado como desaparecido desde el 21 de agosto, fue encontrado sano y salvo en el hotel Porvenir, ubicado en la vereda La Horqueta del municipio de Monterrey.
La localización de Vacca se logró gracias a la colaboración de la comunidad, que proporcionó información clave a las autoridades. Según los reportes, Carlos relató que fue interceptado por hombres encapuchados al salir de su vivienda, en la vereda La Colmena.
Después de varios días de incertidumbre, el sábado, los captores lo habrían dejado en libertad, momento en el cual se trasladó al hotel Porvenir para refugiarse.
La situación generó preocupación entre sus familiares y amigos, quienes habían estado en constante búsqueda. La Policía Nacional fue notificada de su ubicación y se dirigió al hotel para verificar su estado de salud y garantizar su seguridad.
Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los detalles de lo sucedido y determinar la identidad de los responsables de este acto delictivo.
La aparición de Carlos Alfredo Vacca ha traído alivio a su familia y a la comunidad, que había estado unida en la búsqueda del hombre desaparecido.
Las autoridades han instado a la población a seguir colaborando con información que ayude a prevenir situaciones similares y a fortalecer la seguridad en la región.
Familia casanareña recibió dignamente el cuerpo de su familiar desaparecido hace más de dos décadas
Como resultado de un trabajo coordinado entre la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y el grupo interno de trabajo de búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas (Grube) de la Fiscalía General de la Nación, el cuerpo de José Manuel Suárez fue entregado dignamente a su familia en el municipio de Sácama, en el Casanare, después de más de dos décadas de su desaparición.
“Como familia nunca perdimos la fe de que él alguna vez llegara y se reuniera con nosotros”, comenta uno de los sobrinos que viajó desde el municipio de Hato Corozal, también en el Casanare, para participar en este momento familiar.
Al sospechar que algo había ocurrido con José Manuel, la familia Suárez interpuso la denuncia ante la Fiscalía. Pasaron años tocando puertas y esperando estas respuestas a estas preguntas: quién se lo llevó y por qué.
Fue en 2021 cuando el equipo de la UBPD en Arauca desarrolló una jornada de atención en ese municipio y entre las solicitudes de búsqueda recibidas estuvo la de Ceci, hermana de José Manuel. De ahí partió la investigación humanitaria y extrajudicial que avanzó con la toma de muestra de sangre de sus padres.
Con esa información recolectada, el equipo de la UBPD en Casanare impulsó la identificación de un cuerpo que fue recuperado por el Grube de la Fiscalía en el antiguo cementerio de Yopal, en el Casanare. El análisis forense permitió asegurar que se trata de José Manuel, lo cual facilitó la entrega digna a su familia.
La fecha de la entrega digna fue un momento para el reencuentro familiar. Previo a los actos de reconocimiento, la mamá de José Manuel recordó el último día que lo vio. “Yo estaba en Socha (un municipio de Boyacá) y él vino de su casa y me dijo: “me voy, mamá”. Yo le dije: “no se demore”, mientras él se subía al bus y me quedé mirándole la espalda”.
José Manuel trabajaba como operario y era el único hombre de seis hermanos. Ya había formado su propio hogar junto con su esposa y sus dos hijos menores. Fue en marzo de 2003 cuando salió con un amigo a cumplir una supuesta cita en Yopal. De esa cita nunca regresó.
Los días siguientes, la familia recibió una llamada telefónica con una información muy confusa sobre la desaparición de José Manuel. Incluso dos años después, las hermanas recibieron llamadas en las que nadie hablaba. Siempre pensaron que era su hermano.
Marly y Jair son los hijos de José Manuel. Siendo niños tuvieron que enfrentarse a la ausencia de su padre. De él recuerdan que era consentidor y su particular silbido, una forma inconfundible de llamarlos y hacerles saber que estaba cerca.
Acostumbraba a usar poncho y gorra, de ahí nació el apodo puesto por sus amigos: ‘el Pija’. Ese sobrenombre aún se conserva con cariño en la memoria de su familia y sus amigos y conocidos.
Luego de 21 años, el Grube de la Fiscalía lideró esta acción humanitaria de entrega digna del cuerpo de José Manuel, en apoyo con la Unidad de Búsqueda y la Unidad para las Víctimas que prestó atención psicosocial.
Igualmente, la Alcaldía de Sacamá facilitó los espacios físicos para llevar a cabo los actos fúnebres para que la familia Suárez pudiera dar una despedida digna y rodeada de amor a su hijo, hermano y padre. Además de contar con un lugar a donde dejarle flores.
Carolina Olmos, coordinadora del equipo de la Unidad de Búsqueda en el Casanare, enfatizó que las acciones de la entidad continuarán de manera permanente en los 19 municipios del departamento.
Por eso, extendió la invitación a quienes tengan sus queridos desaparecidos debido al conflicto armado, antes del 1 de diciembre de 2016, para que se comuniquen con la UBPD e inicien el trámite de solicitud de búsqueda, el cual no tiene ningún costo.
Olmos, además, explicó que para hacer la solicitud de búsqueda no se requiere aparecer en el Registro Único de Víctimas ni en ningún otro sistema. Solo se necesita la voluntad de querer encontrar a sus seres queridos desaparecidos. La línea celular de la Unidad de Búsqueda en Casanare es 3162809395.