En precarias condiciones siguen viviendo los 9 pueblos indígenas que integran el resguardo de la comunidad de Caño Mochuelo, ubicados en jurisdicción de los municipios de Hato Corozal y Paz de Ariporo al norte del departamento de Casanare.
“Vivimos en el rincón del departamento, hemos logrado convivir por más de 30 años con 9 pueblos indígenas, algunos únicos en el mundo, y a pesar de tener una diversidad cultural hemos logrado mantenerla intacta, pero las necesidades básicas que carecemos son latentes”, dijo Gerardo Rodríguez, Gobernador del pueblo indígena de Caño Mochuelo.
Falta de infraestructura académica, agua potable y saneamiento básico, déficit de seguridad alimentaria, asistencia médica oportuna, electrificación y la ausencia de escenarios deportivos y de recreación, son algunas de las necesidades apremiantes para los más de 3750 indígenas de las comunidades Sáliva, Sikuani, Tsiripu, Yarupos, Wipiwi, Amorúa, Kuiba, Masihuare y Yamaleros.
“En Caño Mochuelo infraestructura escolar no existe”, aseguró el Gobernador; los niños y jóvenes indígenas reciben sus clases de lengua materna y de las diferentes áreas del aprendizaje a la intemperie, el único salón improvisado está cubierto con lona y cercado con alambre de púas.
Rodríguez aseguró, que a diario los indígenas están expuestos a enfermedades por el consumo de agua inapropiada y a la falta de tratamiento de aguas negras.
Asimismo, las complicaciones de salud no pueden ser atendidas en la infraestructura que tienen como Centro de Salud “Contamos con un puesto que no está dotado para prestar atención médica ni de primer nivel, la infraestructura se mantiene pero el personal que se quiere no está, lo que pretendemos es contar con un escenario en el que se puedan atender con la medicina tradicional y alternativa las situaciones en salud que presenten los indígenas”, indicó Rodríguez.
Sumado a esto, el problema de desnutrición al que están expuestos por la carencia de alimentos es otra necesidad sentida que afronta la comunidad indígena.
“Aunque nos dedicamos a la agricultura: sembramos plátano, maíz, ñame y yuca; así como pescamos para subsistir, la demanda alimentaria es mayor y no es suficiente para atender la necesidad de comer de todos los indígenas del resguardo”, manifestó el Gobernador.
Señaló que las necesidades de las comunidades están implícitas en el Plan de Salvaguarda de los Pueblos Indígenas de Caño Mochuelo, documento que esperan permita materializar los sueños de los indígenas que aún se mantienen en el departamento.
Rodríguez reconoce la gestión que desde la Administración local y departamental han recibido para solventar las inclemencias en las que han logrado sobrevivir en este territorio, sin embargo, solicita mayor inversión social para la comunidad del resguardo y demanda oportunidades que les permitan desarrollarse en igualdad de condiciones para la pervivencia en el tiempo.
“Hemos ido evolucionando con las ayudas que hemos recibido, pero queremos soluciones definitivas, el pueblo indígena de Caño Mochuelo es un pueblo lleno de esperanza, no desconozco las iniciativas y buenas intenciones que por supuesto son valiosas, pero estamos por la mitad”, expresó el jefe del pueblo indígena.