“El Hulk casanareño”, una historia de vida que deja huella
Escrita por Casanare Noticias
Hablar de José Líber Cabezas en Yopal, quizá no represente nada para muchos, pero si los comentarios hacen referencia al “Hulk casanareño”, ya el tema es claro y de inmediato todos saben que se trata de uno de los habitantes de la calle, más antiguos y agresivos de Yopal.
Para contextualizar, cabe aclarar que José Líber o Hulk, es oriundo de Icononzo – Tolima, tiene 35 años de edad, de los cuales 15 los ha dedicado a deambular por las calles en la completa indigencia, consumiendo bazuco y agrediendo a cualquier ciudadano desprevenido, producto de su esquizofrenia.
De Icononzo salió siendo aun adolescente y tras recorrer varias ciudades llegó a Yopal, lugar en donde ha vivido hace más de 12 años.
Sus primeros años en la capital casanareña, transcurrieron entre la marginalidad, las drogas, y el inicio de la esquizofrenia, enfermedad que lo volvió extremadamente agresivo y muy atrevido con las personas. Esta actitud le valió el rechazo de los ciudadanos, especialmente de los comerciantes dueños de restaurantes, tiendas y fresquerías del centro de la ciudad. A estos establecimientos llegaba y tomaba cosas a la fuerza y se iba renegando.
Fueron muchos los casos en que los yopaleños resultaron víctimas de sus agresiones, que generalmente eran por comida, aunque a veces lo hacia por su problema de esquizofrenia, pues según cuentan, él en ocasiones se sentía perseguido y arremetía contra las personas que estuvieran a su lado.
Un cambio de hábito
Aproximadamente sobre el año 2011, Hulk empezó a experimentar cambios en su comportamiento y a su marginalidad y agresividad, le agregó un deseo permanente de hacer ejercicio físico, entonces era común verlo corriendo por las calles, haciendo abdominales, saltarines o flexiones de pecho. Esta condición lo llevó a fortalecer su cuerpo, a elevar su masa muscular y a verse más activo. Ya no dormía tanto como antes, que se le podía ver tirado en un anden horas enteras. Ahora permanecía mas tiempo caminando por el centro, agrediendo transeúntes y haciendo su voluntad. Su cambio físico y su fortaleza fue lo que le valió el apodo de Hulk.
Un “ángel” en su oscuro camino
Una madrugada sobre las dos aproximadamente, mientras deambulaba por la carrera 20 con 19 en Yopal, aparecería la persona que le extendería su mano amiga, para darle un nuevo rumbo a su vida, el ingeniero Rodrigo Roa, un ambientalista yopaleño, que a esa hora regresaba de Bogotá y se había conmovido al verlo tan vulnerable.
“Esa madrugada mientras regresaba de Bogotá, vi a José Líber, corriendo a esa hora sin rumbo. La escena me conmovió mucho y me propuse con la ayuda de Dios, luchar contra viento y marea para ayudarlo”, dijo Rodrigo Roa.
Cuenta que la negligencia del Estado frente a la responsabilidad social con las personas de la calle, lo motivó a defender a José Líber.
Hoy día, después de una lucha permanente, y tras ganar una tutela, logró que la NUEVA EPS contribuyera con su ayuda para empezar el proceso de recuperación y rehabilitación de José Líber. Otras instituciones como el Hospital de Yopal y la Defensoría del Pueblo, también ayudaron al ambientalista en su noble causa.
“Actualmente y después de cuatro meses de haberse iniciado el proceso de rehabilitación de Hulk, las cosas marchan muy bien. Las etapas se van quemando de la mejor manera y hace poco lo ingresamos a la Clínica Renovar, de Villavicencio, que es un centro especializado para pacientes con patologías como las que presenta José Líber”, indicó Rodrigo Roa.
Rodrigo Roa, quien se ha convertido en doliente de varias causas sociales en Casanare, dijo que la meta es entregar a Hulk a la sociedad, completamente recuperado, y como una persona productiva y de bien.
“Aunque al comienzo muchos me criticaron porque pensaban que esta iniciativa era una locura, hoy gracias a Dios he podido demostrar que cuando las cosas se hacen con responsabilidad y sentido común, todo se logra”, concluyó Roa.