A propósito del día mundial de la lucha contra la depresión que se cumplió el pasado 13 de enero y en el marco de la promoción del bienestar mental, la Nueva EPS busca concientizar a la comunidad sobre algunos síntomas emocionales que experimentan muchas personas al regresar a sus actividades laborales tras las vacaciones de fin de año.
En este contexto, la entidad consultó con la doctora Ana Isaza, coordinadora del servicio de dolor y cuidado paliativo en el Hospital Universitario Mayor de Méderi, quien abordó esta problemática desde un enfoque de bienestar integral.
Desmitificación del término “depresión postvacacional”
La profesional de la salud señaló que el termino depresión postvacacional no es clínicamente adecuado, ya que no cumple con los criterios del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) para ser considerado una depresión.
“La depresión es una enfermedad mental que requiere un tratamiento farmacológico”, explica Isaza; sin embargo, reconoce que el regreso al trabajo puede generar síntomas de “angustia, tristeza, fatiga, incomodidad, frustración y desmotivación”, vinculados a las expectativas y presiones laborales.
Según la doctora, estos síntomas emocionales negativos se producen en gran medida porque muchas personas no encuentran un sentido vocacional en sus labores diarias, especialmente en aquellos con tareas repetitivas y sin roles de liderazgo.
“Cuando las personas sienten que su trabajo no aporta a su vida o misión, experimentan tristeza y rabia”, comenta la experta, añadiendo que estos síntomas reflejan una falta de equilibrio en la vida cotidiana.
Recomendaciones para superar estos desafíos emocionales