El Centro Regional de Estudios Energéticos realizó una investigación donde se sugiere que Colombia debería liberar el precio de la gasolina y focalizar los subsidios, para grupos vulnerables en circunstancias especiales.
Esta medida permitiría reducir el déficit fiscal que provoca el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), alinearse con la realidad de precios internacionales y fomentar la competencia en el sector.
La política aplicada a través del mencionado fondo, ha conllevado a que Colombia tenga uno de los combustibles más baratos de la región y del mundo.
Desde 2010 el FEPC ha reportado un déficit constante para el Estado. En 2021, este alcanzó a ser de $7,7 billones y de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el año pasado llegó a ser de $36 billones. La fuerte carga fiscal que implica, hizo necesario un ajuste en los precios.
El esquema de subsidios, según el estudio, beneficia a los hogares con ingresos mensuales superiores a COP $3 millones de pesos.
Estos sectores de la población son los que presentan una mayor demanda de gasolina, porque cuentan con capacidad para pagarla y son los que menos diésel consumen.
En este orden de ideas el subsidio a los combustibles, el 10% más rico de la población se lleva casi el 50% de los subsidios.
Es por ello que dentro de las ventajas que tendría una liberación de los precios de la gasolina, se encuentra evitar los subsidios y ayudas públicas a los combustibles fósiles, lo que va en línea con las políticas gubernamentales para luchar contra el cambio climático.
Disminuiría el déficit fiscal que provoca el FEPC, lo que permitiría la inversión en otros sectores sociales.
Además evitaría un hueco en las cuentas de Ecopetrol, que el gran perjudicado cuando se aumenta el déficit del fondo de estabilización, pues debe asumir el subsidio mientras el gobierno le gira los recursos para solucionar este saldo en rojo.
Es importante destacar que esta medida no afectaría el recaudo en impuestos y permitiría que los agentes de la cadena de combustibles buscaran eficiencias para reducir costos en la producción.
En resumen, la liberación del precio de la gasolina y la focalización de los subsidios para grupos vulnerables, según el estudio, serían medidas beneficiosas para Colombia en términos fiscales, ambientales y de competencia en el sector energético.