En hechos presentados en el año 2003 una mujer embarazada falleció a causa de un diagnostico errado que se le dio por parte de la Clínica Casanare.
La paciente presentaba un cuadro de apendicitis pero después de algunos exámenes se le diagnosticó una infección urinaria. Su salud fue desmejorando, por lo que seis días después la mujer asistió al Hospital de Yopal donde fue intervenida pero tuvo que ser trasladada a Bogotá, donde finalmente falleció antes de llegar al centro asistencial de la capital.
Por esta razón el Consejo de Estado decidió que la Clínica Casanare deberá pagar la suma de 600 millones de pesos a los familiares de la víctima.
13 años después, el alto tribunal por medio del Magistrado Carlos Zambrano, consideró que los profesionales de la entidad que atendieron el caso, no agotaron todos los recursos para diagnosticar correctamente a la paciente.
“A pesar de que los síntomas podían ser evidentes, los médicos de la Clínica Casanare, nunca confirmaron o descartaron dicha patología” argumentó la corte.
Por su parte, Juan Franciso Amaya, gerente de la entidad, dijo que no se refería al tema ya que no ha sido notificado de dicha decisión.
Tomado de: WRadio.