Hace 30 años, Colombia vivió el peor desastre natural de toda su historia, la tristemente recordada tragedia de Armero.
Ana Isabel Bautista Jácome, exhabitante de Armero (Tolima), y quien vive actualmente en Yopal, fue una de las sobrevivientes de la tragedia que devastó a esa prospera población, el 13 de noviembre de 1985.
Ana Isabel recuerda que a Armero se le conocía como la capital algodonera de Colombia, y quedó prácticamente destruida por la avalancha de los ríos Guayabal y Gualí, provocada por la erupción del Volcán Arenas del Nevado del Ruíz, y perdió a cerca de 25 mil habitantes en la eventualidad, prácticamente toda su población.
La sobreviviente cuenta que para la época del desastre. Ella tenia 8 años y e salvó junto con su padre y un hermano mayor y perdió a su mamá y un hermanito menor, a su abuela, una tía, dos primos y el esposo de su tía.
“Nosotros vivíamos por la ruta a Guayabal, en una parcela. Dos días antes, mi mamá se había ido para el casco urbano de Armero a llevar a mi hermanito menor que estaba enfermito. Ella llegó a la casa de una tía, donde también vivía mi abuela, dos primitos y el esposo de mi tía. Todos ellos fallecieron. Mi papá, mi hermano mayor y yo nos salvamos porque la finca de mi papa quedaba en un alto y detrás de una montaña o roca enorme, que ayudo a desviar la avalancha”, narró la señora.
Ana Isabel junto a su padre y su hermano, después de la tragedia se radicó en Ibagué, endonde vivió hasta los 20 años. Luego ella viajó a Bogotá. Allí conoció a un sogamoseño, con el cual se casó y desde hace 12 años se radicaron en Yopal, en donde ya se han establecido. Aquí nacieron sus dos hijos y desarrollan sus actividades. Su esposo es conductor y ella atiende una pequeña tienda familiar.
Cuenta que de sus familiares muertos en la avalancha, solo rescataron a su mamá, su tía y sus dos primos, los demás quedaron sepultados bajo cuatro metros de lodo, como muchos armeritas.
Ayer, Ana Isabel y su familia estuvieron en Armero participando de la misa campal, que anualmente se celebra en esa población, en memoria de las victimas de la avalancha.