Una familia venezolana intenta encontrar en Yopal a su hija de 26 años, quien tiene dos pequeñas hijas que residen en el vecino país, pero los últimos tres días no han podido comunicarse con ella, porque al parecer le robaron el celular. La mujer se trasladó para Colombia huyendo de la crisis económica de su país, pero repentinamente está viviendo una extraña y difícil situación.

En Yopal sus amigos la conocen como “Paola”, pero su verdadero nombre es Joheidy del Carmen Pinto Ojeda. Su padre Jhonny Pinto, un pensionado Policía, en su desespero por tener información de ella, se comunicó con Casanare Noticias desde Valencia, Venezuela, pidiendo un servicio social para hallar el paradero de su hija.

Testimonios de sus amistades en Colombia

Indagando con amistades de la joven, se conoció que había vivido en el barrio el Fical de Yopal durante aproximadamente dos meses y medio, pero desde que fue retirada de la vivienda junto con sus amigas, porque no pagaba el arriendo, comenzó a cambiar su estado de salud.

Según el testimonio del señor que le arrendó su casa, “Paola” pasaba por una difícil situación porque sus amistades no eran muy recomendadas, con problemas de drogadicción y que ella “prácticamente vivió entre ese mundo”, aseguró.

Agregó que, “desde hace 12 días, entró en una situación tremenda. No sabemos si fue que consumió una droga y se pasó de dosis. Inicialmente le arrendé a 6 personas, pero llegaron a vivir hasta 27. La mayoría trabajaba en la clandestinidad, en la lujuria y la prostitución. Me dejaron debiendo todos los servicios, casi 3 meses que no me pagaron, siendo en total, alrededor de millón 200 mil pesos, que me dejaron debiendo. Hasta niños vivían con ellos”.

Una de sus amigas, otra venezolana que vivió con ella, relata que la joven de un momento a otro inicio con una depresión, que se veía muy triste los 3 días antes del radical cambio. “Una vez le estaba planchando el cabello a otra muchacha y de un momento a otro, comenzó a llorar y gritar como si le hubiera entrado algo”, dice su amiga.

Durante esa crisis, la amiga tomó la biblia, pero su reacción fue peor, “comenzó a gritar que no la agarrara, que ella no creía en Dios, cuando comencé a leer se me tiro encima como a matarme, me aleje y le leí el salmo 91. Ella gritaba, lloraba, se tiraba al suelo, preguntaba por sus hijas, la familia y buscaba salir desnuda a la calle”.

Las amistades de “Paola” no saben dónde vive, pero de vez en cuando la ven un poco más delgada, pálida, sin apetito y que siempre se va con un hombre bastante mayor. Del desconocido hombre, tienen poca información, pero él les ha hablado a las jóvenes venezolanas amigas de ella, y les dice que él le está ayudando porque se la encontró llorando en la calle.

Nadie le ha notificado a las autoridades el caso, sus amigas no lo hacen porque son indocumentadas y la familia tampoco lo ha hecho, porque viven en el vecino país y no conocen Colombia ni tienen amistades, es por esta razón que acudieron a Casanare Noticias para que les ayudara a indagar.

Sin embargo, dos de sus hermanos se encuentran viajando para Yopal, con la intención de encontrarla para regresarse a Venezuela y sus amigas piden que eso sea pronto, porque temen que la joven muera o termine definitivamente mal, habitando las calles.